El último día de la Betha amanecimos con una triste noticia, muy cerca nuestro había emprendido su vuelta a la casa del Padre, Eleuterio Cabero SCJ más conocido en el Colegio por el cariñoso y simple "Papi". Que llevó a llamarlo simplemente Papi?? no sé a ciencia cierta pero quien lo haya conocido puede perfectamente figurárselo, su trato amable, cercano, sincero y afectuoso para con todos, desde los más pequeños hasta los más grandes, su particular modo de estar con la gente formando parte de distintas actividades, desde campamentos y excursiones con los chicos, hasta torneos de fútbol con los padres, e infinidad de cosas más, hicieron que aún hoy a casi 2 décadas de haberse ido del Colegio quienes lo conocimos lo hayamos sentido hasta su partida parte de nuestra Comunidad. Demás está decir el amor del Papi por nuestra Casa, con decirles que el día de su partida al ir a darle una mano a Enrique, estando en su cuarto emocionaba ver los estantes de su biblioteca y su escritorio abarrotados de recuerdos del San José, diplomas, medallas, medallitas, anuarios, fotos con alumnos, escudos, formaban parte de su personal museo en homenaje a la comunidad de la que fue, es y seguirá siendo un símbolo.
Alguna le vez le pregunté cómo siendo español y de una zona en la que no hay obra bayonesa había llegado a ser Sacerdote de la Congregación y me dijo que de casualidad, pasaba un sacerdote bayonés por su pueblo, le propuso ir con él y el se fue, así de simple como todo en él, simple. Una escena similar a la de los evangelios esas que para los que no somos santos se nos complica comprender, esas de "ven y sígueme" y que el pibe deja todo y lo sigue. Agradezco a Dios por aquel "casual" encuentro de Terio con aquel desconocido bayonés, y gracias por habernos posibilitado adoptarlo del otro lado del mundo como propio, llamándolo con cariño como Cristo al Padre: Abba, Papi.
Un abrazo.
